La visita de María a su prima Santa Isabel

La Virgen  misionera de la Visitación nos acerca a Jesús y nos enseña cómo evangelizar. En este misterio María nos muestra las actitudes propias del misionero.  La Virgen del SI,  la Llena de Gracia tiene a Jesús en su seno y sale a compartir la alegría, sale de prisa, sin importar las dificultades, va  a servir, a dar y darse a sí misma,  porque la Misión no puede esperar.  La humanidad debe  brincar de gozo ante la presencia de Jesús como Juan en el seno de Santa Isabel.

El mundo necesita a Cristo, es urgente salir de prisa como María a llevar la Buena Noticia. Hay que decirle SI a Dios y dejarse llenar por el Espíritu Santo que nos hace fuertes, que nos quita el miedo y nos impulsa a compartir la Fe, a ser testigos de la esperanza y vivir la caridad, es el gran milagro de llevar a Dios con nosotros.

Hablar de Dios, llevar  a Jesús a los demás como María lo hace,  es la mayor caridad. Se habla de Dios con el testimonio de vida, con la solidaridad, con el servicio, con el abrazo, con el consuelo, porque todo lo bueno habla de Dios y cada acto de amor y generosidad produce alegría en quien da y quien recibe.

¡Virgen María de la Visitación, acércanos  a Jesús y ayúdanos a vivir fielmente el gozo de la fe que nos impulsa a alabar, bendecir y predicar!

Ina o.p.