¡La fiesta misionera!

Me impresiona pensar cuánto confía Jesús en nosotros. Nos encarga la Misión, aunque nos conoce perfectamente y sabe que dudamos y nos asustamos fácilmente ante las dificultades y los retos.  A pesar de nuestra debilidad, cuenta con nosotros y nos ENVÍA “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu Santo y enseñándoles los mandamientos”.

Nuestra debilidad es la prueba de que la Obra es de Dios, somos sus instrumentos, con la garantía de que Jesús estará con nosotros hasta el fin de los tiempos. No nos dejará solos y el Espíritu Santo nos defenderá y hablará por nosotros.  Definitivamente no hay tiempo para llantos y lamentos inútiles o vacilaciones, no hay tiempo que perder, porque el anuncio de la Buena Noticia no puede esperar…

ES URGENTE compartir el tesoro de la fe.  Jesús confía en nosotros, cuenta con nosotros para continuar la Misión. A pesar de nuestras debilidades cuenta con nosotros y desea que le sigamos sinceramente para continuar su trabajo.  ¡Todo el mundo a celebrar el gran envío!

Ina OP