Poesías y oraciones

LA ORACIÓN, es el lazo que nos une a Dios con amorosa atadura. Es unión espiritual con quien te ama y amas. La oración es vitamina poderosa para la vida espiritual; muchas caídas, muchos
fracasos, mucha falta de fe, tienen su origen al abandonar la Oración. Esto lo repito siempre
REZAR es: HABLAR con DIOS de Persona a persona.
Que jamás te frene que no lo sabes hacer.

SANTA SUGERENCIA

Cuando entres a una Iglesia,
no vayas derechito a las imágenes
bellas y benditas.
Busca la señal, la lamparita,
ella te dirá con solo verla
que encerrado en el Sagrario habita
el dueño de la casa,
y espera tu visita.
Recuerda y jamás olvides
cuando entres a la Iglesia,
de saludar primero,
al dulce prisionero
del amor.
Ten siempre presente a Dios en tu pensamiento, no lo olvides, no lo dejes de lado, dándole prioridad a cosas vanas y pasajeras, todo cambia, todo pasa, solo Dios es permanente.
En el instante preciso de Dios Padre, que solo Él conoce, será el regreso de Dios Hijo,” para juzgar a vivos y a muertos y su Reino no tendrá fin” – es para pensar –
Hay que estar alerta, con las lámparas encendidas. Él vendrá. ¿Cuándo? Sólo Dios Padre lo sabe.

¿HAS HABLADO CON DIOS?

¿Has hablado con Dios?
Has tú la prueba.
Habla con el amor de los amores.
Cuéntale muy quedo, dulcemente,
tus penas, alegrías y dolores.
No ves que Él es amor,
que es luz, que es vida,
que es en fin
el amor de los amores.
¿Que no oyes su voz?
no, no te inquietes,
porque la voz del alma
no se oye.
Si te acercas a ÉL
con tímido respeto, ábrele el corazón,
cuéntale todo, y verás
que al decirle lo que sientes,
un éxtasis divino te conmueve
y quedas consolado, satisfecho,
porque con Él hablaste
del alma a Dios.
¿No ves que es necesario
hablar con DIOS?


MEDITANDO

Cuantas veces me imagino
que me acerco calladita
de puntillas.
Que me pongo de rodillas
frente a Ti
en el Altar.
Que te extiendo los brazos
y te digo:
Señor aquí me tienes,
no tengo nada que decirte
que no sepas,
Tú me conoces bien,
Tú sabes lo que pienso
y lo que quiero;
apiádate de mi.
Ayúdame a cargar la cruz
con valentía.
Ayúdame a ser fuerte,
Ayúdame a vencerme,
y evitar todo aquello
que pueda a Ti ofenderte.
Señor, yo no soy digna
de llegar hasta Ti.
Quiero llenar mis manos
para que cuando muera,
te diga:
no soy, ni valgo nada,
pero te amo.
Recíbeme en tus brazos,
no te importe quien soy,
ni como soy;
solo mira mis manos,
no las traigo vacías,
están llenas de amor;
a fuerza de vencerme
y adorarte,
me las llené Señor.

¡OH MI DIOS!

Quiero amarte por encima
de todos mis amores.
Quiero amarte por encima
de todas mis miserias.
No permitas
que nada se interponga,
que nada pueda un día
apoderarse de mi alma,
y hacer, que siendo tuya,
pueda ser sólo mía,
que yo de ella
disponga libremente,
que la entregue,
sabiendo que no es mía,
que es tuya, y solo tuya,
que te la di por siempre
Quiero amar a los míos
con todo el corazón;
a Ti, te quiero amar
más allá de la vida,
con el alma inmortal,
con amor infinito
que no acabe jamás.

HOSTIA MIA

JESÚS,
yo te amo
y tú lo sabes.

No permitas que al salir
de la Iglesia, yo me olvide
que te tuve entre mis ojos,
que hablé muy largo contigo
que te conté tantas cosas
como a un Dios,
como a un amigo.

Que te dije,
y Tu lo sabes
que entre todos mis amores
Eres Tú mi preferido.

PASTORCILLO

Niño Jesús Pastorcillo
cordero de amor divino
ven y cuida esta ovejita
del camino.

No dejes que se extravíe
no permitas que se aleje
tenla siempre de tu mano,
no la dejes.

Mira que si se te va,
puede equivocar el rumbo
no la dejes que se vaya
por el mundo.

HABLAR CONTIGO

Señor mío y Dios mío. He apartado el tiempo para acercarme a Ti
No quise esperar, llegar a la noche cansada y soñolienta, para tomar mi tiempo de conversar contigo, hoy quiero muy despierta decirte que te amo, que vives en mi pensamiento y que no encuentro la palabra que abarque lo que siento.
Me consuela saber que me conoces más que yo misma, y así y todo me amas y me mimas.
Ese pensar me lleva a dominar impulsos y a tratar de vivir como tú lo deseas, río que corre sin detener su viaje alegrando el paisaje por los sitios que pase, ser agua cristalina al sediento de Dios.
Gracias te doy amor, por permitirme hablar contigo de lo que tu sabías que yo deseaba decirte.
Me conoces tan bien, que las palabras sobran, el sentimiento de amor se agiganta, y la fe hace el resto.
Gracias te doy amor, yo te amo, y tú lo sabes.

GRACIAS AMOR

Padre Eterno, mi Papá Dios amado, Palabra hecha Carne, el Amor que se regresa amando.
Gracias Padre mío, por permitirme contemplarte en Jesús; por sentirte en tu Espíritu Santo.
Hombre para verte, Espíritu para sentirte.
En tu infinita misericordia, me permites:
PENSAR Dios me ama
CREER Dios me ama
SENTIR Dios me ama
Qué más puede desear el alma enamorada.
Qué más puede alegrar, que sentirse amada por el amado.
Esto hay que vivirlo, para sentirlo.
Gracias Padre mío por darnos el consuelo y la seguridad de tu Misericordioso amor.

EL TIEMPO

Ayer, hoy, mañana.
Una nada en la inmensidad de Tu eternidad.
Un instante fugaz de tu tiempo.
por eso hay que vivir el hoy.
Forjemos el mañana.
Porque nuestro presente será nuestro pasado
Lo que se hace hoy, se recordará mañana.
Vivamos nuestro hoy, con sus penas y alegrías, pidiéndole al Señor, el Pan de cada día con sabor a su amor, que es: aliño de vida, fortaleza del cuerpo, y vida que da vida.

MI DIOS

Eres mi Dios, en quien confío, temo, y amo.
Eres mi Dios esa fuerza inmensa que todo lo crea, ama y domina
Eres mi Dios, lo misterioso y lo desconocido.
Eres mi Dios, lo insondable e incomprensible a la mente humana.
Eres mi Dios, el poder de que todo lo que quiere y desea se hace a tu instante, nada te es imposible
Eres mi Dios, fuerza, creación, amor.
Eres mi Dios, Espíritu Santísimo; Padre Creador,
Eres mi Dios, Dios Encarnado, Jesús Dios Hijo, el Salvador,
Eres mi Dios, la Suma de todo bien.
Eres mi Dios, ese algo maravilloso que nos lleva a ser mejores.
Eres mi Dios, nos amas, y deseas ser amado; porque amándonos, sábes que amándote, seremos muy felices.

PARA PENSARSE

Quiero hablar con mi Dios. Quiero decirle lo que siento y pienso.
Con sencillez de niño, y con profundidad de adulto, quiero abrirte mi corazón, y con confianza
decirte: Permíteme Señor la gracia de tener las cuentas claras cuando ante Ti me vea, cuando ya nada pueda hacer por mi.
Tiempo me has dado para estar al día.
Ayúdame mi amor; te amo y te temo.
Mi confianza en ti es absoluta, de entrega total, a los demás se les puede engañar, a Ti jamás,
y tu conoces de todas mis faltas, pero también conoces mi amor por Ti, sabes cuanto te amo.
De mi encuentro contigo, solo pienso y deseo refugiarme en Ti, abrazándote muy fuerte, porque solo tu presencia ansío.
Permíteme Señor tener las cuentas claras, y seguir deseando que cuando muera, me estrecharé en Ti.

Gladys de Carradini – Filotea

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