
Un joven movió un dedo, sí un dedo y al instante su foto ya estaba publicada en las redes, el poder de la tecnología mandó la foto a los cinco continentes, se viralizó y desató una tempestad de críticas, insultos y comentarios de todo tipo, unos radicales a favor de la libertad de ser tontos y otros en contra de tanto absurdo. El colmo es que la madre del joven fue la responsable de la publicación, por eso parecía una triste broma. Pobre madre, decían algunos; debe ser un hijo tan vago, tan flojo que es todo un acontecimiento que mueva algo. Así va el mundo, esto no tiene remedio tanta vaciedad nos ahoga.
El problema es que la velocidad del juicio sin sentido, hizo que sólo unos pocos se detuvieran a leer lo que escribió la madre que decía así: Hoy mi hijo movió un dedo, después de un doloroso año en cama, sin poder moverse, contra todo pronóstico favorable, mantuvimos la esperanza, no dejamos los ejercicios y los grandes sacrificios regados con muchas lágrimas. Ahora nos preparamos para seguir con fe activa, este es el primer paso para mover todo el cuerpo, el milagro del Adviento que nos hace caminar en la esperanza.
Dios quiere que tu foto de adviento quede impresa en su corazón, esa imagen que muestre tu esfuerzo, tu vivir con esperanza a pesar de las dificultades, tus ganas de ser mejor persona. En la foto sin duda saldrá María, porque ella no se rinde hasta llevarte a Jesús, si te faltan fuerzas ella estará allí, si lloras ella te consolará, toma su mano sigue adelante porque este es un tiempo de gracia. Nos preparamos para recibir a Jesús.
Ina O.P.
