El sabor del Rosario

¿Qué tiene que ver la cocina con el rosario? Le pregunté un día a un famoso chef, viéndolo rezar con mucha devoción antes de entrar a su rutina diaria de cocina.

Me respondió mostrando sus mejores ingredientes y secretos de cocina: El Rosario ha sido mi compañero desde niño, pero sólo pude descubrir su gusto y verdadero sabor cuando entré a trabajar en esta cocina, después de recorrer el mundo buscando y conociendo las mejores comidas.

Para entenderlo hay que desarrollar el gusto, afinar el paladar y descubrir los ingredientes y los condimentos, que hacen delicioso un plato y que te permiten disfrutar la comida y desear apasionadamente tener la receta para cocinarla y darla a comer a los demás.

¿Sabor, ingredientes, condimentos? Eso que me dices es un misterio para mí, pensé en voz alta. Esto se cocina a fuego lento, ten calma, me dijo.

Fíjate que a veces preparas una comida sin ganas ni gusto, que llena el estómago, pero no es nada agradable y luego llega mamá y con los mismos ingredientes, hace algo delicioso que, hasta después de los años, cuando eres adulto, sigues recordando y el olor del ingrediente secreto que llevas impregnado en el alma, te hace volver al hogar y ser niño de nuevo.

Eso es el Rosario para mí, es la receta de la Virgen para alimentar a sus hijos, la que une con Dios y sabe a familia. Con el punto de sal y azúcar perfectos, con los ingredientes más sencillos, siempre frescos y adecuados.

Si rezas el rosario por salir del paso, sin poner el ingrediente secreto de mamá, será como cocinar un plato soso y aburrido, a veces incomible. Habrás desperdiciado la riqueza y variedad de los condimentos que están a tu alcance. Meditar el rosario necesita su tiempo porque es como cocinar a fuego lento en una cocina limpia, donde no se contaminan los buenos productos con impaciencia ni desorden.

Si estás dispuesto a saborear, encontrarás en el rosario el equilibrio del sabor en tu vida. Los misterios gozosos de Dios Niño, tienen el tierno dulce que no empalaga, en los misterios luminosos encontrarás el punto justo de sal para darle sabor al mundo, en los dolorosos encontrarás lo amargo y las espinas que debes quitar porque lastiman y en los gloriosos tendrás el menú exquisito de la celebración, con sabor a vida eterna. 

¿Cuándo rezas el rosario pones el ingrediente secreto de mamá? Hazlo y verás la diferencia y disfrutarás el rosario que es la receta de María con sabor a cielo.

Ina O.P.

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